Pentecostés 2024
"Todos quedaron llenos del Espíritu Santo"
Junto al coro del Sanatorio invitamos a tener esta vivencia tan especial. ¡El Espíritu Santo viene! Él es el amigo de nuestra alma, el que impulsa el amor con el que queremos servir en el Mater Dei, por eso el Padre Kentenich responde así a esta pregunta: ¿Cuál debe ser la ley de nuestra vida? "Todo por amor, mediante el amor y para el amor"
¡Feliz Pentecostés!
Les compartimos el texto completo de la vivencia:
“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu Santo les permitía expresarse”.
Este misterio no se ve pero se cumple en el interior: Todos quedaron llenos del Espíritu Santo.
Como dice la Palabra, en el día de Pentecostés los discípulos de Jesús y su Madre, María, estaban reunidos celebrando el REGALO DE LA LEY, Cuando Dios nos dio sus mandamientos, 50 días después de la salida de Egipto del pueblo de Israel, 50 días después de la resurrección de Jesús, el Espíritu Santo descendió sobre
su Madre y sobre sus discípulos. Dios hizo esto paralelo para recordarnos que el Espíritu Santo es la nueva. Que sella la eterna Alianza entre Dios y los hombres. Y que consagra al pueblo de la Iglesia.
Cuando viene el Espíritu Santo es capaz de transformar nuestro corazón, derramando su amor en nosotros con todos sus dones Y nos muestra a Dios como PADRE, así nuestro corazón deja de ser esclavo y se convierte en un corazón de hijo.
"Les daré un corazón nuevo y derramaré un nuevo espíritu. Les quitaré ese corazón de piedra y les daré un corazón de carne” (Ezequiel 31, 26)
Jesús en la cruz arrancó el corazón de piedra y nos dio su corazón.
El Amor no reemplaza la ley si no que nos da la capacidad de cumplirla. “Porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han nos han llegado por Jesucristo”. (Juan 1, 14)
El Amor es la Nueva Ley. Escrita ya no en tablas de piedra, si no, en nuestros corazones. Por eso el Padre Kentenich, responde así esta pregunta. ¿Cuál debe ser la ley de nuestra vida? “Todo por amor, mediante el amor y para el amor”
El amor es el motor que mueve el trabajo diario en nuestro Sanatorio, el amor en la forma de servir, de cuidar, de consolar. El amor, puesto en el compromiso de acompañar cada vida humana desde el principio hasta su final.
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y renovarás la faz de la tierra. Oremos: ¡Oh Dios, que has instruido los corazones de tus fieles con luz del Espíritu Santo!, concédenos que sintamos rectamente con el mismo Espíritu y gocemos siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén