Durante la enriquecedora experiencia de encuentros, tuve el privilegio de sumergirme en el ADN de la institución. A través de la pedagogía de Schoenstatt. La influencia del padre Kentenich como líder ejemplar que se refleja en cada rincón del Sanatorio Mater Dei, y su legado, continúa inspirando a todos nosotros a comprometernos con el servicio y el cuidado a los demás. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento por brindarme la oportunidad de conocer y comprender profundamente estos conceptos inspiradores y por permitirme ser parte de esta experiencia transformadora."

Claribel Chávez

Participar en un programa que nos acerca e invita a fortalecer lazos entre todos los profesionales que se esfuerzan todos los días para aportar su vocación, pasión y humanidad, me ha generado mayor sentido de pertenencia, empatía y calidez con el Sanatorio. Me siento orgulloso de cada uno de los referentes con el convencimiento de que vamos creciendo como equipo de trabajo, compartiendo y, entregando todo en cada tarea que nos especializa.

Hay momentos donde nos encontramos con estrés, ansiedad, subes y bajas de emociones y, por medio de estos programas, recordarnos que "No estamos solos", "Que tenemos apoyo", "Que podemos contar con nosotros", "tenemos un equipo"..

Con esos detalles, sin dudas lográs acercar el ADN del sanatorio, "Amor es Vida"? Si que lo es.

Marcos Ciuffardi

Me sirvió mucho para conocer más a fondo la vida y obra del Padre, poder conocer sus valores para poder transmitirlos a los equipos, a cualquier colaborador que recién ingresa.

Como siempre decimos, el enfermero del Mater tiene esa característica particular agregada que son los valores, y precisamente los que inculcó el Padre. Por ese lado, fue muy gratificante para mí.

También poder relacionarme con colaboradores de otros sectores fue muy gratificante.

¡Estoy muy agradecido!

Mauro Chavez

ADN Mater Dei fue para mí un espacio sumamente enriquecedor. Me permitió conocer en detalle la increíble y movilizante historia del Padre Kentenich; y entender la esencia y la misión de nuestra Institución. Además, devino en una oportunidad para compartir y reflexionar con otros compañeros de trabajo. En cada encuentro pude sumergirme en el corazón del Sanatorio, al mismo tiempo que lo hacía en el mío propio.

Cada encuentro fue muy especial. En lo personal nunca olvidaré el último encuentro en Florencio Varela y tampoco la tarde en la que cantamos en coro "Amor, es Mater Dei.

Charo Debarnot