5 DE FEBRERO 2023: MATEO 5, 13-16
- Comunicaciones Pastoral
- 29 jun 2023
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En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos».
Palabra de Dios
Reflexión:
¿Qué significa ser luz y alumbrar? ¿Brillar por la inteligencia, la cultura, la riqueza, la popularidad? No; Jesús habla de otra luz. No tanto de la que procede de las ideas y está encerrada en los libros, sino más bien de la que proviene de las acciones y habla con la vida. ¡Que nuestra luz se vea en las buenas obras! Todas las “acciones buenas” son luz; pero, de modo especial lo son las que se hacen por amor al prójimo, no sólo superando la indiferencia y la insensibilidad sino también las que significan un esfuerzo, un sacrificio, las que nos “obligan” a salir de nosotros mismos. Son estas acciones las que le dan sabor al mundo, y a nuestra propia vida, ese “gusto” a Dios que se contagia a través de la caridad. Acá se ve reflejado lo que dice el Salmo: “Gusten y vean que bueno es el Señor” (Salmo 34:8)

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