Domingo 7 de Mayo: Juan 14, 15-21
- Comunicaciones Pastoral
- 4 jul 2023
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En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si me aman, cumplirán mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que les envíe otro Paráclito, para que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, lo conocen, porque habita en ustedes y está en ustedes. No los dejaré huérfanos, volveré con ustedes. Dentro de poco el mundo no me verá, pero ustedes sí me verán y vivirán, porque yo sigo viviendo. Entonces sabrán que yo estoy en mi Padre, y ustedes en mí y yo en ustedes. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él». Palabra del Señor En el Evangelio Jesús habla del Espíritu Santo a los discípulos con el término «Paráclito», que significa consolador y defensor. La Iglesia entera, tras la Pascua, ha hecho experiencia viva y fuerte del Espíritu como consolador, defensor, aliado, en las dificultades externas e internas, en las persecuciones, en la vida de cada día. Debemos ahora sacar de esto una consecuencia práctica para la vida. ¡Tenemos que convertirnos nosotros mismos en paráclitos! Si es verdad que el cristiano debe ser «otro Cristo», es igualmente cierto que debe ser «otro paráclito». El Espíritu Santo no sólo nos consuela, sino que nos hace capaces de consolar a nuestra vez a los demás.

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