Evangelio del domingo: Mateo 18,15-20

Mateo 18, 15-20

"Si tu hermano te hace algo malo, habla con él a solas para que reconozca su falta. Si te hace caso, lo habrás ganado de nuevo. Si no te hace caso, llama a uno o dos más, para que te sirvan de testigos. Si tampoco a ellos les hace caso, hazlo saber a la iglesia; y si tampoco a la iglesia le hace caso, tendrás que tratarlo como a los que no creen en Dios. De verdad les digo que todo lo que aten en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo. Les aseguro que si dos de ustedes se ponen de acuerdo, aquí en la tierra, para pedirle algo a Dios que está en el cielo, él se lo dará. Porque allí donde dos o tres de ustedes se reúnan en mi nombre, allí estaré yo".

Palabra del Señor

La oración de comunidad tiene un poder especial:

- Ponerse de acuerdo, conversar, escucharnos, hacer silencio.

- Elevar juntos una misma intención al cielo. Muchas veces esa intención no es la propia, y se trata de acompañar y poner tu corazón en el otro.

- Se produce algo que verdaderamente es imagen de Dios: Dios es Trino, tres personas en un mismo Dios: es Padre, es Hijo, es Espíritu Santo, que giran permanente en torno al amor. Por eso, Dios está verdaderamente presente donde hay comunidad.

Así mismo afirma Jesús: "yo estaré allí", y también "Él se los dará".