Corpus Christi

Corpus Christi es la fiesta del cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesús en la eucaristía. Es una fiesta muy importante porque la Eucaristía es el regalo más gran de que Dios nos ha hecho, movido por su deseo de quedarse con nosotros luego de su ascensión.

"Les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo" Mateo 28:20

La fiesta nació en Bélgica, a principios del siglo XIII, y se extendió a toda la Iglesia en 1264. Por mucho tiempo fue la única procesión en toda la cristiandad, y también la más solemne.

Pero, ¿Qué necesidad había de instituir una nueva fiesta sobre la Eucaristía? ¿Acaso no la celebramos en cada Misa? De hecho, el Corpus Christi es la primera fiesta cuyo objeto no es un evento de la vida de Cristo, sino una verdad de fe: la presencia real de Él en la Eucaristía y responde a una necesidad: proclamar la fe. Y es una fiesta necesaria para evitar un peligro: el de acostumbrarse a tal presencia.

Si la fiesta de Corpus Christi no existiera, habría que inventarla. Si hay un peligro que corren actualmente los creyentes respecto a la Eucaristía es el de banalizarla. en los primeros tiempos de la Iglesia, en el momento de la comunión, solía decirse: "Quién es santo que se acerque, quien no lo es que se arrepienta".

Creo que lo más necesario que hay que hacer en esta fiesta no es explicarla, sino más bien, renovar la admiración ante el mayor y más bello de los misterios de la fe.

Pero no debe ser tanto la grandeza y la majestad de Dios la causa de nuestro asombro ante el misterio eucarístico, si no, su consideración y su amor hacia nosotros. La eucaristía es sobre todo memorial del mayor amor: dar la vida por los amigos.

"Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos. Ustedes ahora son mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que escuché de mi Padre" Juan 15:14

Te compartimos la canción "Tomad, comed" de la banda "Hakuna". ¡Puede ayudarte a entrar en el misterio de Jesús Pan de Vida!